miércoles, 6 de abril de 2011

Disección Pink Floyd – The Wall [1979] (*****)

6-04-2011
¿Qué cosa no se dijo aún de esta obra maestra? ¿Qué nueva palabra puedo encontrar que aún no la haya definido? … creo que si sigo intentando ser original, podría pasarme toda la tarde y, al final, no tendría éxito.
Quizás sorprenda el hecho que descubrí esta “ópera rock” el viernes 25 de marzo de 2011, obviamente conocía algunos de sus temas emblemáticos como “Comfortably Numb”, “Run Like Hell”, “Mother”, “Another Brick In The Wall”, “Goodbye Blue Sky”, “Vera” o “Bring the Boys Back Home” … pero no tenía idea de todo el mundo que se escondía detrás de ellas. Aquel viernes tuve la suerte de presenciar “The Wall” en el Palacio de los Deportes de Madrid, bajo la interpretación de su creador, Roger Waters … y fue en ese día donde -por fin- empecé a entender su trasfondo, el mensaje antibélico y anticonsumo, las consecuencias de encerrarse en sí mismo y la soledad, las secuelas que puede dejar la férrea disciplina y exigencia materna o el vacío que genera la ausencia de un padre.
“The Wall”, el muro, un ícono gráfico tan potente que ilustra perfectamente lo que podemos llegar a levantar para aislarnos… si hasta el miedo construye muros (como decía la camiseta de los chicos que subieron al escenario a cantar “Another Brick In The Wall”).
Todos sus mensajes siguen vigentes, TODOS, sólo cambian los nombres de los países en guerra, los nombres de los desaparecidos, los nombres de las multinacionales, los medios (ahora “sociales”), los rostros de los nuevos desangelados víctimas del sistema.
La música -como una reproducción exacta de este disco- estuvo excelentemente acompañada del resto del show, los efectos visuales y sonoros no faltaron, aunque siempre lo que más importa es “el mensaje” y por eso era imposible no emocionarse al ver los famosos dibujos de los martillos sobre la pared o simplemente al ver derrumbarse (al final del concierto) un muro de cartón piedra pintado … porque era mucho más que su simple material … era todo … así, tan simple, mágico y elocuente … “The Wall”, una experiencia espiritual, sin lugar a dudas … y ahora comprendo por qué no entendí esta obra cuando tenía 18 años … era demasiado pibe para tanta profundidad. SalU2. Guille

No hay comentarios:

Publicar un comentario